Este es el retrato de Llorenç Soler, un hombre creativo, libre e insobornable que se convirtió en uno de los precursores del cine documental independiente en España a partir de los años 60.
Durante la España franquista, el discurso informativo audiovisual estaba monopolizado por TVE y el No-Do. Es contra este discurso monolítico y autoritario que se revelaron Soler y otros pioneros del cine documental independiente.
En este contexto, Soler, documentalista casi por accidente, se obsesiona por dar voz a los que no han tenido posibilidad de expresarse, a los desheredados de la tierra i a su vez, se convierte en un gran experimentador de la técnica cinematográfica. Soler ha ejercido de maestro de documentalistas, tanto desde el punto de vista técnico y estilístico como del ético y moral, influenciando a las generaciones posteriores de cineastas.