Las focas son uno de los principales símbolos del activismo para los derechos de los animales. Desafortunadamente, son también el alimento básico y uno de los fundamentos de la economía de los inuits, la cultura indígena que habita las tundras del norte de Canadá, Alaska y Groenlandia. La tradición ancestral de cazar focas no sólo es necesaria para su alimentación y economía, sino que tiene un rol central en el ámbito social y en la identidad inuit.
La ruidosa lucha de las principales organizaciones ecologistas para erradicar la matanza de focas en el mundo ha sembrado una sombra de oscuridad en la forma de vida de esta comunidad que, debido a su naturaleza silenciosa, no ha tenido nunca voz en el debate público.
Con este documental, la directora inuit Alethea Arnaquq-Baril, por fin, da a su pueblo la oportunidad de defenderse de los prejuicios culturales que envuelven su estilo de vida y de plantar cara a los grandes grupos ecologistas internacionales que nunca les han querido escuchar de primera mano.
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Tras la proyección, tendrá lugar un coloquio con la Doctora Susana Borràs Pentinat, experta en derecho ambiental.